120 Años de comercio en Zaragoza y Provincia
- Esperanza Sánchez
- 13 nov 2015
- 7 Min. de lectura
*Estos textos forman parte del suplemento especial de Heraldo de Aragón ‘120 años de comercio en Zaragoza’, una publicación que repasa la historia del sector durante los 120 años de historia del diario aragonés. Publicada en Noviembre de 2015.
1975. Alejandro Moda, sinónimo de buen gusto de vestir masculino
Si en Zaragoza hablamos de moda tenemos que hacerlo con nombre propio: Alejandro. Alejandro Martínez y su esposa María Pilar Cerzósimo abrieron las puertas de su primer local hace 40 años: una pequeña tienda multimarca de apenas 30 metros cuadrados en el pasaje Goya.

Tal y como explica Vanessa Til, responsable de comunicación, la clave del éxito es "la excelente relación calidad precio de nuestras marcas", aunque sin duda el valor diferencial está en "la gran calidad en el servicio y el asesoramiento a nuestros clientes" asegura. Así pasaron del pasaje Goya hasta Royo Urieta en 1977 y dos años después a Isaac Peral. Por último, en 2013, pensando en el púbico más joven se abrió AM by Alejandro. En total más de 1000 metros cuadrados. Un reflejo de cómo el buen hacer ha dado sus frutos.
Los reconocimientos no han faltado a lo largo de estos 40 años: desde el Premio Aragonés del Año por la Pujanza empresarial en 2001 o el Premio al Mejor Establecimiento Multimarca Internacional en 2002.
Sin descuidar nunca su faceta solidaria, Alejandro Moda ha colaborado en distintas causas a nivel nacional e internacional con entidades como Atades, Cruz Roja o Fundación Federico Ozanam. Un hito para la marca fue la recepción en el año 2005 del Diploma UNICEF de manos de la infanta Margarita de Borbón.
Vinculados al deporte
Alejandro Moda lleva años ligado al deporte, vistiendo a los primeros equipos de la ciudad, como el Basket CAI Zaragoza y Balonmano Aragón, además de haber vestido a jugadores muy reconocidos como Ander Herrera, Gabi Fernández, Hélder Postiga o Roberto Jiménez.
1975. Ilusión y recuerdos de miles de niños zaragozanos, la esencia de Bazar X
Si hay un lugar recordado con cariño por quienes han vivido su infancia en Zaragoza, ese es el Bazar X. Isidro Sebastián puso en marcha esta juguetería en el año 1975 en la calle La Paz, lugar en el que todavía continúa. El turolense recuerda sus primeros años en clave navideña, fechas en las que se concentraba casi el total de la actividad. Isidro decidió que sus primeras navidades como juguetero serían la prueba de si se trataba o no de un negocio de éxito. Las cartas jugaron a su favor.

"Fue necesario hacer un esfuerzo impresionante a la hora de empezar" rememora Isidro. Por aquel entonces existían en Zaragoza entorno a una decena de jugueterías. A pesar de ello, "la demanda de juguetes era mucho mayor que nuestra oferta".
Hoy por hoy, la dinámica del negocio juguetero ha dado un giro de 180º: antes eran padres y abuelos quienes acudían en busca del regalo perfecto para sus hijos o nietos. Ahora, "internet hace que todo esté al alcance de todo el mundo. Ahora es el niño quien toma la decisión".
Por ello, en la década de los 90, Bazar X pasó a formar parte del grupo Juguettos para mantener su competitividad frente a grandes superficies comerciales, a través de estrategias como la distribución de catálogos.
Con el paso de los años, Bazar X ha sumado nuevas localizaciones en Zaragoza ciudad. En el barrio de Delicias está presente tanto en la calle de San Pascual Bailón como en la de García Sánchez. También cuenta con un espacio en Pablo Ruiz Picasso y con una gran superficie en Cuarte (carretera de Valencia km 6-3). La última incorporación, volviendo a los orígenes de Bazar X, llegó hace casi un año, en la calle del Coso 7.
Clásicos de toda la vída.
"Todo el mundo tiene en la mente los juguetes de su infancia" recuerda Isidro algo nostálgico. "Hace poco una chica recordaba como compraba sus Barbies de pequeña". Si tuviéramos que hacer una lista de fijos en las cartas a los Reyes Magos, encontraríamos a los Playmobil o las Barriguitas..
1975. Libros Certeza, la importancia del saber para nunca dejar de crecer.
En el otoño de 1975 José Vicente Zalaya, siempre con el apoyo de su esposa Julia Alonso, vio cumplido su sueño. Libros Certeza abría sus puertas con un mensaje claro: un libro da seguridad y confianza en uno mismo. y eso es lo que José Vicente quería aportar a sus clientes y "a todos los que iban a conseguir" afirmaba convencido.
Con esa motivación como punto de partida, abrió la librería en la calle de General Millán Astray que, tras la transición democrática pasó a ser la calle de María Moliner.

En sus primeros 25 años, Libros Certeza se construyó desde los cimientos y, poco a poco, centró su actividad en publicaciones relacionadas con el bienestar social, especialmente, en el trabajo social multidisciplinar, sin olvidar a los grandes nombres y temáticas de nuestra tierra. Así, años tras año, como el que después de gatear echa a andar, José Vicente vio que sus zapatos se habían quedado pequeños.
Paso a paso Libros Certeza entró de lleno en el mundo de la edición y la distribución. Como no podía ser de otra manera, entró en el mundo digital, y a día de hoy cuenta con una tienda virtual y con una gran cartera de clientes dentro y fuera de Aragón. Libros Certeza dio el salto, en el año 2000, y cambió su ubicación a la calle del Parque 41, en el barrio de Torrero, donde ha celebrado su 40 cumpleaños.
Cultura judía
Desde el comienzo de su andadura, las ciencias bíblicas, judaicas y afines fueron una apuesta de José Vicente Zalaya. La cultura judía cuenta con una sección fija en Libros Certeza desde sus comienzo. Y así, fruto del trabajo bien hecho, en el año 1999, quedó inaugurada la primera Tieda de Safarad especializada en Hebráica en el Museo de Historia de los Judíos de Gerona.
Una apuesta que expadió sus límites y el pasado llegó también a Toledo, ubicada a medio camino entre las dos sinagogas de la ciudad, sin duda el emplazamiento perfecto.
1976. Profesionalidad y buen hacer, santo y seña de Confecciones Rala
En el año 1976, Lorenzo Lancilla emprendía un largo camino que le mantendría vinculado al mundo de la moda prácticamente toda una vida. Después de algunos años de trabajo en la confección femenina, en un antiguo comercio de la calle Alfonso, Lorenzo decidió apostar por la moda masculina.

Confecciones Rala abría sus puertas en un pequeño establecimiento situado en la avenida de Madrid, ubicación en la que tras casi 40 años de duro trabajo, todavía permanece. Al comienzo con un socio y poco más tarde en solitario, Lorenzo se especializó en la confección de prendas masculinas: pantalones, trajes, prendas vaqueras, camisería, punto, corbatas o calzado deportivo. Todo ello para un público de 35 años en adelante.
"Hay un dicho que dice: el que algo quiere algo le cuesta" asevera Lorenzo. Ese es su secreto para mantenerse en el negocio textil después de tantos años, una mezcla de la profesionalidad y de saber acoger la sabia nueva. "No puedes estar dormido nunca" afirma.
El éxito está en la evolución, en la constancia y en "estar dispuesto a renovarse cada temporada con los estilos correspondientes" concluye Lancilla. Siempre con una sonrisa que ofrecer a quien cruce la puerta de Confecciones Rala.
Acento familiar
El trabajo de Confecciones Rala ha sabido adaptarse a las nuevas necesidades de sus clientes pese a los cambios que ha sufrido el mercado y el mundo de la moda. La apertura de grandes superficies comerciales, la diversidad de franquicias e incluso la expansión de los barrios hacia las afueras de la ciudad que alejan al público no han sido rivales para este comercio de proximidad. Quien compraba en Confecciones Rala lo sigue haciendo, y es que no hay mejor arma que el trato familiar y el buen asesoramiento para mantener la fidelidad de cualquier cliente.
1976 Cercanía y cuidado en los detalles, el secreto del éxito de Modas Breylo
Un profesional que ha hecho escuela: ese es Juan Bretos Martínez. Metido de lleno en el mundo de comercio textil desde los 14 años, Juan decidió, en 1976, abrir las puertas de Modas Breylo, Su propio negocio de moda femenina, en el 32 de la calle de García Sánchez. Desde el principio, Juan tuvo claro que los puntales de Breylo serían la calidad en las prendas y la atención personalizada. Esos fueron los valores que le llevaron al éxito y que permitieron a Juan abrir las puertas de un nuevo establecimiento de 1996. Esta vez en el 134 de la avenida de Madrid.

Hace ya 25 años, Sergio Bretos cogió el testigo del negocio familiar, y algunos años más tarde, le acompañaría su hermana Sonia. Al inicio de su andadura ambos tenían muy clara la senda de trabajo que debían seguir: la que su padre les había inculcado desde niños, siempre celosos de ofrecer un trato excelente y atender de forma individualizada a sus clientas. Clientas que con el paso de los años han pasado a ser amigas que llegan a Breylo buscando consejo, convencidas de que vana recibirlo de las mejores manos.
"Es un negocio muy sacrificado que necesita mucho tiempo" expone Sergio. Asistir a ferias o tratar con proveedores, todo ello requiere mucha dedicación para cuidar al máximo hasta los más mínimos detalles y ofrecer prendas de la más alta calidad.
En cuanto a su oferta, Modas Breylo centra su atención en la mujer adulta, a partir de los cuarenta años, a la que presenta una gran variedad de modelos y tallas en todo tipo de prendas: desde pequeñas piezas como faldas, camisetas o blusas, hasta trajes, abrigos o parkas. Siempre esforzándose en darle a la mujer las últimas tendencias pero sin olvidar el estilo clásico que siempre ha caracterizado a Modas Breylo.
Barrio Delicias
Sin duda, uno de los puntos fuertes con los que Breylo cuenta a su favor es la excelente ubicación de sus dos establecimientos. Delicias, un barrio tradicionalmente comercial, ha sido y es un magnífico emplazamiento. prueba de ello es que después de casi 40 años han sido capaces de mantener una clientela fiel que no deja de acudir a Breylo. Familias de los distintos barrios de Zaragoza e incluso procedentes de otras localidades. Algo que permite a Sergio y a Sonia mirar al futuro con ilusión y optimismo.
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